El Miedo es Tu Brújula de Acción


El miedo puede ser nuestro más íntimo amigo si lo aprendemos a utilizar para nuestro provecho e impulso. La manera en que he experimentado o vivido con el miedo, es usándolo como un termómetro de acción. Esto porque hay decisiones o cambios que debemos hacer para enfrentar el miedo y encontrar crecimiento. Les cuento mi perspectiva del miedo. 

Cuando hice mi primer cambio importante de trabajo, pasé por una asignación que fue un total desastre. Yo carecía de experiencia que era fundamental para la posición, y además que no tenía un jefe directo para guiarme y tenía a una persona en el equipo que quería demostrar que estaba mejor preparada para hacer mi posición. Después de este fracaso y el golpe a mi autoestima, yo le tenía miedo a trabajos estratégicos porque la verdad es que me sentía inadecuada. 

Años después de esta experiencia, e inclusive ya en otra compañía, me proponen trasladarme a la casa matriz para llevar un negocio importante. Mi respuesta fue un rotundo y automático “no.” Esta reacción sorprendió a mi jefe, quien me dijo que le pareció muy visceral, ya que normalmente yo tomaba las cosas de forma ecuánime y que me sugería lo pensara durante el fin de semana. Ese fin de semana fue de mucho discernimiento. 

Intentaba buscar una buena emisora mientras manejaba, cuando caigo en una emisora católica y justamente hablaban del miedo como producto del ego. Fue como si me cayera un balde de agua helada; era el mensaje que necesitaba. Me di cuenta que mi rotundo “no,” era el resultado de mi miedo a enfrentar un potencial fracaso una vez más. Y no podía permitirme que el miedo me paralizara, así que ese lunes fui decidida a dar un “rotundo sí”. Tenía que ponerme en esa situación, ya que era la única manera de probarme que sí estaba en la capacidad de manejar de forma estratégica una marca. Y, en esta nueva posición, di todo lo mejor de mí y cuando no sabía algo preguntaba o compraba libros para educarme. Fue una asignación maravillosa, y durante esos 3 años tomé la perspectiva real de lo sucedido durante mi asignación con Frito Lay. Eso que denominé un fracaso, aparte de hacerme una mejor profesional me hizo una persona de un espíritu más fuerte y confiado. 

El miedo considero que, como el estrés, tiene la función de mantenernos alerta, sin confiarnos demasiado en lo que estamos haciendo o la situación en la que nos encontramos. El miedo puede ser incluso un acelerador, el movimiento interno que te ayuda a “push forward” (seguir hacia adelante); un propulsor. 

No es bueno cuando dejamos que nos paralice. Es importante que cuando nos entre el ataque de miedo o pánico, aprendamos a respirar profundo. Se inhala inflando el abdomen y llenando los pulmones y se exhala primero vaciando pulmones y después el abdomen. De esta manera, nos concentramos en la respiración y creamos la capacidad de pensar con claridad, ganamos ese espacio suficiente para que pase la sabiduría. Y así podemos tomar la perspectiva adecuada sobre la situación que enfrentamos. 

Hay algo que me gusta compartir cuando hablo del miedo. Hay un momento en que el miedo se presenta para indicarnos que vamos hacia la dirección correcta. Les explico con otro ejemplo de vida. Al tomar la decisión de mudarme de Nueva York hacia Panamá, sentí mucha paz y tranquilidad. Sin embargo, unos días antes del viaje y al momento de entrar al avión, sentí un miedo increíble; todos los pensamientos negativos me atacaron; pensé que nunca iba a poder encontrar un trabajo que me llenara y todo sería un total fiasco. 

Ten presente los siguiente en esos momentos: Cuando ya has tomado una decisión que te da paz, y casi llegando te da entonces un ataque de miedo, es momento de “push forward”. Responde con afirmaciones. Recuerda todos los otros momentos en donde te has demostrado que tienes la capacidad de enfrentar cualquier situación con éxito. Y sigue adelante... ¡Encontrarás el crecimiento que buscas!

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