¿Te Han Llamado Mandona?

Habemos niñas y mujeres a quienes nos han llamado mandonas desde pequeñas. A mi, me lo dicen tanto mujeres como hombres, incluyendo amistades y familiares. A veces me parece increíble que otras mujeres hasta te piden que le bajes un poco... porque quien sabe sea por eso que un hombre no se te acerca.  

Pero, ¿se le dirá mandón al hombre con carácter, que es decidido, sabe adónde va, está claro en sus convicciones, y habla con sentido de mando y confianza? Claro que no, esos son líderes que dan dirección, que son firmes y saben defender su punto de vista. 

En un mundo corporativo que lastimosamente está mayormente liderado por hombres, necesitamos mujeres firmes y claras, que estén seguras de sí mismas, que no teman a que los hombres las llamen mandonas, ni que las mujeres hablen mal de ellas. Y, por el contrario, que actúen en base a sus convicciones, principios y valores, siempre con intenciones claras y actitud positiva. 

La realidad es que las mujeres continuamos siendo evaluadas con una medida distinta a la de los hombres, en lo profesional y en nuestros roles familiares. Y ya que esto es algo difícil de cambiar, considero que debemos celebrar nuestra feminidad por medio de nuestro estilo de liderazgo para que se note la diferencia que hacemos:

1) Toma de Decisiones: vamos chicas! Nosotros somos las que nacemos con el chip de madres y la capacidad de lidiar con muchas complicaciones y cosas a la vez. No tengamos miedo en ser decididas, y expresar nuestro punto de vista con una lógica clara y determinante. Toma las decisiones y los caminos difíciles, y haz lo que haya que hacer para lograr tu objetivo (dentro de tus límites éticos y morales).

2) Practicidad: estamos tan acostumbradas a solucionar problemas, que tenemos la fortaleza y el potencial de ser prácticas en nuestras acciones y planes. Además somos gestoras y sabemos batallar con situaciones difíciles.

3) Inteligencia emocional: somos intuitivas por naturaleza, y sabemos leer a las personas y situaciones. La mujer tiende a ser sensible e inteligente al tratar con los demás. Somos capaces de adaptarnos, conciliadoras y persuasivas. Usemos esta fortaleza para inspirar, motivar, y liderar a otros. 

Celebremos quienes somos y tomemos el mando, sin miedos ni complejos. Hoy seamos orgullosamente mandonas.