Tal vez el salto más grande y complejo en nuestra carrera profesional es el paso de contribuidor individual a gerente. Es un reto importante porque lo que nos hizo exitosos como individuos e inclusive supervisores, no será lo que nos mantendrá exitosos como gerentes de área. Es un cambio de mentalidad que no podemos subestimar, si deseamos crecer y aprender en esta experiencia.
Hay 3 retos importantes en este cambio:
Balancear lo táctico y lo estratégico. Este reto es desde la perspectiva del pensamiento. Cuando somos colaboradores (individuales), nos enfocamos en hacer los proyectos, el cual es un enfoque táctico y de tareas. Pensamos y respondemos al “cómo,” no al “qué” ni el “por qué” que requieren una perspectiva estratégica. Por ejemplo, como individuos presentamos el estatus de proyectos resaltando las tareas del proyecto y si las hemos logrado dentro de los parámetros de calidad, tiempo y/o inversión. Sin embargo, cuando somos gerentes, presentamos el por qué debemos hacer algo y qué metas debemos establecer. Este es un enfoque en resultados o en los cambios que se deben dar en la organización para un resultado futuro. Reflejamos nuestra capacidad de influencia, persuasión, y visión hacia el futuro. También usamos nuestras habilidades de interpretación, análisis y síntesis de datos a un nivel superior.
Dejar de hacer para guiar. Este reto se relaciona al primero, pero ahora lo vemos desde la perspectiva de la gente o el equipo. Como contribuidor individual, nuestra contribución al equipo viene desde lo que hacemos en los distintos proyectos, ya sea un proyecto individual o coordinado entre varios colaboradores. Cuando trabajamos a nivel gerencia, debemos guiar al equipo y saber cómo explotar las fortalezas de cada uno para el alcance de metas y resultados. En este punto, desarrollamos y demostramos nuestras habilidades de delegar, coaching, identificar/desarrollar talento humano, dar feedback, motivar e inspirar a otros. En muchas ocasiones, especialmente en la realidad actual, debemos persuadir a otros gerentes para que crean o apoyen nuestra visión, y así destinen sus recursos a tu proyecto.
Pararte solo. Este reto se relaciona al liderazgo personal. Como gerente, empiezas a expresar tu punto de vista, aunque no sea el más popular. Debes tener la confianza en tus capacidades y talentos para recomendar (con base) lo que consideras apropiado para la organización, y tener la perseverancia y resiliencia para impulsar tu visión e ideas. Dentro de tu equipo, este reto representa tomar decisiones sobre estructura, funciones del personal, procesos y sistemas, que a veces no es lo preferido o mejor visto dentro del equipo. Debes tener las herramientas personales para desarrollar o reforzar la auto confianza, reflexión y habilidades de mando.
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